La cláusula. El Santos está encantado con la situación que se ha planteado. El Barça no quería pagar más de 30 millones y ofrecía dejarlo allí hasta el próximo diciembre. Está muy seguro de sus posibilidades porque, ahora mismo, la realidad es que Neymar está convencido de ir allí. De ahí los importantes esfuerzos que está haciendo el Madrid, al que no le importaría pagar la cláusula de rescisión de 70 millones de euros de la que, por cierto, el jugador también se llevará el 10% (siete millones). Pero lo quiere para este mismo verano.
Cualquier operación de traspaso se complica si se tiene en cuenta que son muchas las partes que deben dar el sí. La propiedad del jugador es del Santos en un 55%. El Grupo Delcir Sonda (DIS), del gremio de la alimentación, tiene el 40% y el 5% restante es de TEISA (conocido como Grupo Guia), formado por ocho importantes empresarios de la Banca de Brasil, afincados en Sao Paulo, que son fanáticos del Santos y que compraron ese porcentaje al club e inyectaron dinero en verano de 2010 para impedir que el jugador se fuera al Chelsea cuando incluso Neymar ya estaba en Londres para firmar.
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