Ese día que muchos esperaban, pero pocos se atrevían a asegurar, ha llegado. Mourinho se ha quedado sin banquillo y, por lo tanto, está libre.
¿Y ahora qué? Mou es un hombre de acción. Sus formas no siempre son las mejores y genera tantos odios como amores, pero de sobra es conocida su capacidad para resucitar lo que estaba muerto. El de Setúbal llevó al cielo a Oporto e Inter y dio vida a un transatlántico como el Real Madrid cuando el Barça de Guardiola, el mejor de la historia, le hundía poco a poco. Mou devolvió al Bernabéu los partidos de Champions de día, esos que se ven cuando los cuartos y semifinales llegan, y conquistó la mejor Liga de la historia, la de los 100 puntos y 121 goles. Y si hay un equipo que en estos momentos necesita sangre nueva es el actual Real Madrid.
Benítez está mas cuestionado que nunca. El domingo el coliseo madridista podría sentenciar a un técnico que nunca ha terminado de sentirse cómodo. Zidane parece que es el elegido y la opción más lógica y aceptada por todos. Pero muchos sueñan con ver a José en la banda del Santiago Bernabéu otra vez. Es cierto que el núcleo duro del vestuario madridista sigue siendo el mismo que él dejó desgastado y con una relación muy deteriorada. Pero en esta vida todo tiene solución.
Además, Mourinho sabe que sólo le faltó una cosa por hacer en el Madrid, conquistar la Champions. Y al portugués le gustan los retos. El retorno es difícil, pero cosas más inverosímiles hemos visto. ¿Se volverá a escuchar su nombre en Chamartín el próximo domingo?
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