pesar de que en los últimos tiempos el Real Madrid había hecho de sus visitas al campo del Espanyol un casi pleno de victorias, los de Aguirre tenían claro que no le iban a regalar nada a los de Ancelotti. Un técnico, el italiano, que para jugar en Cornellá volvió a utilizar la fórmula de los cuatro delanteros desde el inicio. En esta ocasión a la ‘BBC’ (Bale, Benzema, Cristiano) se le unió Di María como teórico centrocampista. La teoría y la práctica no siempre van de la mano, todo hay que decirlo.
El Espanyol propuso un intercambio de golpes en el arranque. La posesión y el dominio territorial eran del Real Madrid, pero los catalanes confiaban en la velocidad de Córdoba para que Ramos y Pepe tuvieran una mala noche. Incluso la presencia del ex del Real Madrid Castilla, Álex Fernández, suponía una pequeña gran molestia para que Xabi y Modric pudieran sacar limpiamente la pelota desde la zona de creación.
Las ocasiones en el primer tiempo no fueron muchas. Eso sí, en su gran mayoría cayeron del bando madridista. Un par de lanzamientos de Cristiano Ronaldo desde fuera del área le hicieron a Kiko Casilla brotar más de una cana en su cabellera. El portero logró sacar los disparos del portugués como el torero que esquiva una cornada por intuición, es decir, por los pelos. Sin embargo, la opción más clara del conjunto de Ancelotti no finalizaría en lanzamiento a puerta, sino en un mal envío de Di María que se perdió en el limbo tras una gran contra lanzada y liderada por Modric. Ahí el Real Madrid perdonó el 0-1.
La segunda parte no iba a cambiar demasiado el guión de la primera. El Real Madrid seguía siendo el que tenía el control del encuentro a falta de tocar la tecla necesaria que le diera un gol que, con casi total seguridad, le valiera para llevarse los tres puntos de Cornellá. Ocasiones tuvo. Y muy claras. Pero el tanto de la victoria llegaría en una acción a balón parado, tras una falta lateral tocada por Modric y rematada de forma sensacional por Pepe. El central portugués picó el balón abajo y Casilla no pudo evitar que el Real Madrid se adelantara. Un gol que terminaría valiendo tres puntos.
Al final, el Real Madrid ganó por un tanto de diferencia, aunque la brecha entre ambos equipos debió haber sido mayor. Cristiano Ronaldo tuvo dos ocasiones clarísimas para haber sentenciado el partido pero, extrañamente, el portugués no acertó. En la primera tuvo un disparo delante de Casilla que le sacó el portero local con una gran parada, mientras que en la segunda no estuvo preciso a la hora de colocar un remate en el rechace de una gran parada de Casilla a Benzema. Lo bueno es que el Real Madrid no echó en falta la puntería de CR7 en este partido, y se llevó tres puntos que le hacen terminar la primera vuelta del campeonato con 47. La cabeza de Pepe hace depender al equipo blanco de sí mismo para ganar la Liga. Después de toda una vuelta, una gran noticia.
Nenhum comentário:
Postar um comentário