Ayer, estaba
sentado ante el televisor de mi casa. Hacía lo que me gusta más, ver a mi Real
Madrid jugar al fútbol.
Creo que
experimenté muchas sensaciones que pocas veces me transmite un jugador de
fútbol, y de verdad dudo haber sido el único que las sintió. El espectáculo que
vimos ayer, y venimos viendo toda la temporada, de Luka Modric está resultando
ser lo más presumible del año para la afición del Bernabéu.
Es increíble
lo exquisito que puede llegar a ser el crack croata. Tiene pases de todo tipo:
cambios de juego, de tres dedos, de parte interna, entre líneas, filtrados, al
pié, a la cabeza, etc. Posee cualidades en la recuperación, que lo convierten
en un todo terreno y además en un imprescindible para cualquier esquema de
Carlo Ancelotti.
Despliega su
fútbol con la misma facilidad y confianza con la que Beethoven hubiera escrito
su décima sinfonía, con la que Leonardo Da Vinci hubiera pintado otra Mona
lisa, con la que Dios hubiera creado la octava maravilla del mundo.
Y el croata no ofrece sólo eso, sino que también es todo en profesionalismo. Cumple con todas las exigencias y da el extra por mantener un nivel soberbio y envidiable. Tal vez no llegó siendo Uno di Noi, pero seguro que hoy en día ya lo es.
Luka no sólo
está volviéndose un pilar de cada uno de los 11s que hemos visto y veremos ésta
temporada, sino que además se está ganando el cariño y respeto del estadio más
difícil del mundo. Y esto último toma más valor cuando recordamos lo que fue su
temporada 12-13, donde le fue difícil tomar toda la confianza que hoy le sobra.
No fue
reconocido sino hasta el día de Old Trafford, donde esa bazuca que carga en su
pierna derecha, nos enseñó el camino a cuartos de final de la Champions League.
Y de ahí, ha ido ganándose un ascenso en la escala de jugadores preferidos por
la afición. Poco a poco, su nombre y número empiezan a circular por las calles
y por el mismísimo Santiago Bernabéu.
Ayer,
gracias a su fútbol, estuvo a punto de hacer que colapsara Twitter de tanto
Madridismo desbordado y emocionado por ver jugar a su número 19. La gracia que
tiene para bailar en la alfombra verde es de esos detalles que vuelven loca a
una afición ansiosa de motivos para desatar la euforia.
El croata no
sólo se está metiendo a la afición a la bolsa, sino que además está callando
todas y cada una de las bocas que lo criticaron. No conozco a un solo
Madridista, que ésta temporada se haya abstenido de aplaudirle. No leeré nunca
a alguien que se pueda quejar de que a Lukita le hace falta sacrificio o que le
exija correr algún balón como si fuera el último.
Y a final de
cuentas, no es eso lo que exigimos como mínimo los Madridistas para que alguien
sea digno de portar nuestra túnica sagrada? Su calidad no es esa que el
Bernabéu siempre exige para etiquetar a alguien como “digno” de estar en el
club más grande del planeta? No es su regularidad el sueño de todo aficionado del
equipo, y la que quisiéramos ver en cada uno de nuestros cracks?
Luka Modric
no es un jugador del montón, que por capricho llegó al Real Madrid. No, el
croata es un medio centro espectacular, con un fuelle y recorrido envidiable.
Con una técnica e inteligencia intachable, con una visión e imaginación
envidiable, con un sacrificio y entrega remarcable.
Es el
jugador más exquisito que ha pisado la alfombra de Chamartín en los últimos años. Un deleite para mis ojos. Un orgasmo de jugador. El héroe de Balcanes, y
uno de los pilares de la Décima. Lo firmo donde quieran.
Así que, mis
queridos amigos, los invitó a gozar sin ataduras de su fútbol. A disfrutar cada
minuto que vean del croata. Cada toque, sprint, barrida, finta, mueca, o gesto
que haga sobre el campo. Porque nunca sabemos cuándo llegará otro igual... Hoy
por hoy, no me imagino un partido del Real Madrid sin Luka Modric.
Por cierto,
no creen que sería la perfección verlo con el 8 en la espalda? O son sólo
imaginaciones mías?
@HalaDecima
Vivimos por
ti, vence por nosotros.
Gran artículo si señor. Los pelos de punta al leerlo.
ResponderExcluirP.D. A mi también me gustaría verlo con el 8.
Muchas gracias amigo, un gusto que lo hayas disfrutado. Sin duda se vería genial. Saludos. HALA MADRID
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