Silencio, juega Xabi

Xabi Alonso se echa las manos a la cabeza durante el entrenamiento que realizó ayer en Valdebebas. FOTO: Diego G. SoutoXabi Alonso regresa a la convocatoria de Ancelotti, pero su participación en el choque ante el Espanyol sigue siendo duda. El jugador tendrá la última palabra para decidir si las sensaciones en el oído dañado son mejores y le permiten jugar. Todo ello después de que ante el Celta tuviese que ser sustituido en el descanso y causara baja en Copa frente a Osasuna.

El ruido de la grada en Cornellà, la acústica del estadio y la propia asimilación del futbolista de la lesión que sufre en el oído marcarán que pueda o no participar en el partido. De momento, Ancelotti se lo lleva para que pruebe y deja en manos del propio jugador su presencia en el once.

"Si tiene dañado el nervio, una semana es poco para que haya variado mucho la situación del oído. Lo que sí puede haber cambiado es la adaptación a esa sensación nueva que tiene de los sonidos, motivada por la rotura del tímpano. A ello te acostumbras exponiéndote a cualquier ruido, no sólo al de los estadios", apunta Nicolás Meana, Otorrino del hospital Universitario Cruces de Barakaldo y de la Clínica CIO de Bilbao.

Las molestias que obligaron a Xabi a ser sustituido ante el Celta no son físicas, tienen que ver con la desorientación que le produce la lesión. Tiene distorsionada la audición y eso le genera incomodidad. Le cuesta sintonizar los sonidos. Eso significa que escucha que le llaman, pero no sabe bien por dónde. En condiciones normales eso el cerebro lo descifra bien, pero en el caso de Xabi puede que ahora no lo esté haciendo, que la distribución del sonido no sea la correcta.

Menos ruido
Que la capacidad del estadio del Espanyol (40.500 espectadores) sea la mitad que la del Santiago Bernabéu será un punto a favor de Xabi. "También le puede venir taparse el oído -así ha estado entrenándose-, protegerse con un algodón o un tapón para reducir el ruido que le entre. Tapándote un oído la sensación también es rara, pero puede que menor que la que siente con él destapado", apunta el doctor Meana.

El golpe que recibió Xabi en Valencia le está dando más guerra de lo que parecía en un primer momento. Todo apuntaba a que, tras el parón navideño, el mediocentro no tendría ningún problema en volver a jugar con normalidad. En el amistoso de Doha ante el PSG no dio síntomas de malestar, pero ante el Celta saltaron las alarmas. Ancelotti lo protegió frente a Osasuna y ahora el 14 blanco afronta una nueva prueba en Cornellà para ver si puede afrontar con normalidad el partido.

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