El fútbol es noble con los que son nobles con él..

Van casi 48 horas desde que algunos ciegos o tapados por el humo de sus pipas, pudieron apreciar con especial claridad al cometa Arbeloa en todo su esplendor. Y quedaron casi tan maravillados como todos los que sí que lo hemos apreciado desde su vuelta a Chamartín. Vieron al mejor lateral derecho en defensa del planeta, y le aplaudieron, e incluso vieron una versión agigantada de nuestro gran cap17án al ataque, la cual ovacionaron desde cada rincón del Estadio (excepto de un fondo Sur vacío y triste).

Pero Álvaro no es únicamente grande por lo que hace en el rectángulo de juego. No, éste hombre se había ganado a pulso una ovación desde hace años. Es quien representa al Madridismo Underground, como lo llaman algunos, tanto en acciones como en palabras. Tanto dentro, como fuera. Es Uno di Noi.

Nuestra memoria como aficionados impacientes al mejor club del mundo suele ser corta. Muchas veces decimos "ni perdono ni olvido", pero si lo aplicamos a lo bueno encontramos que hay demasiados episodios para no olvidar en los que el lateral derecho de nuestro club ha sido protagonista, y ha salido incluso "perjudicado" por partirse la cara en nombre de nuestro escudo.

Recuerdo al inicio de la época de Mou, en aquel rally de clásicos, que se decía que los jugadores del Barca estaban especialmente enojados y no entendían la participación de Arbeloa y Xabi en "los juegos de Mou". Imagino que esperaban una llamada de disculpas también, pero no. Éste par si los tienen bien puestos.. Parecía que tratar de ganarle al Barca era pecado, ahora lograrlo era para pedir perdón.. Anda ya.

Recuerdo también el día que Messi se atrevió a agredir verbalmente a Arbeloa en el parking del Bernabéu, enfrente de su esposa, por no dejarlo hacer nada en un clásico (creo que estos culés querían todo de regalo). Y Álvaro tuvo que ver como incluso la prensa de Madrid se ponía en favor del argentino. Y él, callado. Sabía que no estaba haciendo nada malo.

Se convirtió en uno de los principales soldados de Mou, a lo que le siguieron aún más críticas y aún más fuertes, incluso la prensa nacional se encargó de que todo el mundo lo conociera como el "cono". Todo por defender lo que piensa y ser fiel a la gente que se gana su lealtad. En los tiempos donde decir la verdad es un problema, ser hipócrita es la solución fácil, dijo alguna vez un sabio. Pero Arbeloa no es de los que buscan el aplauso fácil. Y eso nos lo ha demostrado todos los días, con cada acción.

El día de la partida de José, subió a redes sociales una foto con todo el cuerpo técnico y un mensaje de cariño para Mou y su gente, en esos tiempos donde hacerlo parecía pecado mortal. Ninguno de nuestros entonces 5 capitanes (Iker, Ramos, Pepe, Marcelo e Higuaín) se atrevieron a hacer lo mismo. La capitanía por antigüedad parece premio al niño más mal criado de la clase.

De ahí, Arbeloa entendió que su rol en todo éste puzzle falso y confuso iba más allá que el de un lateral derecho, e incluso que el de un capitán del Real Madrid. Se volvió bandera de la nación Mourinhista, la cual ha representado con la misma identidad con la que lo hacía el mismo Mourinho.

El día del partido en Elche, Piqué intentó jugar al chistoso diciendo que era una película de risa. Arbeloa, feliz por una victoria sufrida pero también dolido por la hipocresía, contestó con un tweet soberbio en el que se dijo feliz de que algunos cambiaran el teatro por la comedia. No sólo nuestro defensor, también sarcástico. Y como no serlo, si tuvo al mejor maestro del mundo..

Su último gran episodio de Madridismo puro lo tuvo hace unas semanas, en el mismísimo Bernabéu. Una tarde difícil para Karim, que empezaba a hacerse menos por los abucheos del público. Y ahí apareció el cap17án. Tras un fallo claro de Karim, el público le pitó. Al ver al francés cabizbajo, Arbeloa fue y lo levantó, y le aplaudió. Chamartín, atónito ante lo que veía, empezó a cambiar sus pitos por aplausos. Y ocurrió una segunda vez. Al salir de cambio, Álvaro fue por Karim y lo llevó hasta la línea de banda, aplaudiéndolo. El público lo despidió de la misma manera.

Lo que muchos no ven, es que Arbeloa da el trato que a él no se le dio. O es que alguno de ustedes ha visto a Iker animando al 17 cuando la afición le recrimina algo? O a Ramos? No. Nuestro lateral derecho ha sabido hacerse fuerte sólo, desde las tinieblas.

Por eso, cuando pasan cosas como las del miércoles no queda más remedio que sonreír y gritar ese gol como si fuera el último. Casi como lo hizo Xabi Alonso, que lo festejó más que uno propio.


Hay pocos tipos como Arbeloa en el mundo. Gente que no busca el aplauso fácil, que sabe que vive para una gran ovación en toda la vida y cuando la recibe, halaga a su compañero de hace 7 años. Gente que busca llegar al corazón del Madridismo por el camino largo y difícil: el bueno, el honesto. Gente que tal vez nunca sea capitán oficial del Real Madrid, pero que es reconocido por pelear siempre como tal.

Gente que pone primero la cara, antes de dejar que toquen el escudo.

Y a esos no basta con darles las gracias. Por eso, Álvaro, cada que sales a cualquier cancha vistiendo mis colores y mi escudo, me emociono y te aplaudo sin remedio. Por eso, cada que resuelves una jugada de manera notable, te aplaudo como si de un gol se tratase. Por eso, cada que animas a un compañero o le contestas a un rival, me emociono como si lo estuviera haciendo el mismo Mourinho. Se fue porque sabía que no nos dejaba solos, que nos dejaba a tu cargo y vigilancia.

Y hoy, me siento más que protegido.

Bendita locura es ser del Real Madrid, no?

@HalaDecima
Vivimos por ti, Vence por nosotros.

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