El Real Madrid ha puesto velocidad de crucero en la Liga. Los blancos golearon al Athletic, subcampeón de Copa y Europa League la pasada temporada, divirtieron al Bernabéu y firmaron su quinta victoria consecutiva en el campeonato a cuatro días de la importante cita en Champions ante el City. El encuentro fue una exhibición ofensiva de los locales, que marcaron cinco tantos, estrellaron un balón en el palo y vieron cómo dos defensas del conjunto vasco evitaron sobre la línea de gol que la ventaja fuese aún mayor. Aurtenetxe, en propia puerta, Ramos y Benzema habían resuelto el partido en poco más de media hora de juego. Ibai, al filo del descanso, redujo distancias, pero Özil y Khedira en la segunda parte cerraron el choque. Mención especial merece el partido del francés en su vuelta a los terrenos de juego: provocó el primer gol, marcó el tercero, dio el cuarto y causó una constante sensación de temor en la defensa rival. La ovación que le dedicó su afición al ser sustituido por Morata habló por sí sola.
El Real Madrid regresaba once días después al Santiago Bernabéu, inexpugnable en lo que llevamos de temporada, y lo hacía con Benzema y Modric como novedades en el once de Mourinho con respecto a la importante victoria que se logró el pasado fin de semana en el Ciudad de Valencia. Precisamente la sociedad entre ambos adelantó a los madridistas a los 12’. Pase milimétrico del croata desde su campo, el francés baja el esférico del cielo en la frontal del área y Aurtenetxe, en su intento de despejar el balón, supera de vaselina a Iraizoz, que se queda a media salida. No fue la primera ocasión del encuentro para los blancos, pero sí la que más réditos le había dado hasta el momento. Ronaldo, en dos ocasiones consecutivas (4’ y 5’), y Callejón a los 7’ lo habían intentado con anterioridad.
El gol espoleó sobremanera a los locales, que antes de que se hubiera cumplido el primer cuarto de hora merecía tener más ventaja en el marcador. Una nueva oportunidad de Ronaldo a los 13’ y otra aún más clara de Callejón, que desbarató el central Ekiza en línea de gol cuando el canterano blanco incluso había regateado al cancerbero visitante, así lo refrendaban. El Athletic trataba de crecer en su juego con el dominio del balón como referencia, pero las ocasiones seguían sucediéndose en su portería. Esta vez no fue ninguno de los futbolistas ofensivos los que pudieron marcar sino Ramos, que se sumó al ataque en un córner que lanzó Özil y que obligó a Iraizoz a sacar una mano milagrosa en el 23’. Fue el preámbulo del segundo tanto de la noche, que llegó siete minutos más tarde. La jugada fue calcada a la anterior. Özil bota la falta y Ramos se lanza en plancha para rematar de cabeza y anotar su primer gol de la temporada con la elástica madridista.
El encuentro parecía encaminado y poco tardaron los locales en ampliar distancias en una obra de arte. En el 32’, Xabi Alonso, más listo que nadie, saca rápido una falta en la frontal, Callejón controla el balón y lo cede a Benzema. El francés recibe de espaldas y con Ekiza encimándole, se orienta el esférico con el exterior y en un palmo de terreno se da la vuelta y bate a Iraizoz con un precioso zurdazo. No podía estar más acertado el galo en su vuelta a los terrenos de juego: provocó el primer gol y marcó el tercero en poco más de media hora de juego (más tarde daría el cuarto a Özil), combinó a la perfección con sus compañeros y causó una constante sensación de temor en la defensa rival. El encuentro parecía resuelto e incluso estuvo cerca de estarlo tras un gran centro de Ronaldo que Callejón estrella en el palo, pero el Athletic no quería darse por vencido tan pronto e Ibai, en el primer disparo a puerta de los visitantes, redujo distancias en el 42’. 3-1. La ventaja al descanso era importante, pero no definitiva.
La exhibición de Benzema continuó tras el descanso
Las primeras ocasiones de la segunda mitad, pese a que Bielsa apostó por dar entrada a Llorente y jugar con dos delanteros, fueron para los locales. Ronaldo, inagotable pese a que jugó con molestias pese al codazo que sufrió ante el Levante, volvió a disparar desde la frontal, pero Iraizoz atrapó el esférico. No fallaron los blancos en la siguiente jugada de peligro de la que dispusieron a los 56 minutos. Benzema recibe escorado fuera del área, observa con el rabillo del ojo la llegada de Özil y le pone el balón en bandeja al alemán para que sólo tenga que empujarlo a la red. 4-1 y el Real Madrid se divertía en su estadio. La exhibición de Benzema era brutal y el francés estuvo a punto de añadir aún más méritos a su partidazo firmando un doblete que Aurtenetxe evitó en la línea de gol. El control de espuela del galo y su posterior vaselina ante el cancerbero visitante en el 58’ merecieron mejor final.
Sí lo tuvo el remate de Khedira, que había sustituido a su compatriota Özil en el 60’. El alemán recibió el balón de Arbeloa, que subió la banda con mucho peligro durante todo el encuentro, y en su primer remate a puerta en el 72’ batió a Iraizoz de tiro cruzado. 5-1 y, como hiciera en la primera parte Ramos, el internacional germano estrenaba su cuenta goleadora esta temporada. Dos minutos después Mourinho retiró a Benzema por Morata y la ovación del Bernabéu para ambos fue atronadora. La misma que merecía un equipo que firmó su quinta victoria consecutiva en Liga a cuatro días de la importante cita en la Champions League ante el Manchester City.
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