Benfica y Real Madrid ofrecieron un buen espectáculo como homenaje a Eusebio. Fieles a los imprevisibles guiones de la pretemporada, marcaron cuatro tantos en tan sólo 22 minutos de juego. El primero en golpear fue el conjunto local cuatro minutos después de que el colegiado decretase el comienzo del choque. El canterano blanco Javi García, que remató de cabeza de forma inapelable una falta sacada por Martins, adelantó al conjunto encarnado ante su ex equipo. El Benfica, mucho más rodado y con cuatro encuentros más que los madridistas a sus espaldas, imponía su condición de local y su mayor tiempo de preparación. Hasta que el Real Madrid hizo gala de una de sus mayores virtudes, la verticalidad, para dar la vuelta al marcador en dos jugadas prácticamente consecutivas y que además tuvieron a Callejón como protagonista. En la primera el canterano blanco aprovechó el pase de la muerte de Di María, que volvía al estadio Da Luz, para empatar el choque (18’). Y en la segunda, dos minutos después, adelantaba a los suyos al batir a Artur en un mano a mano que le sirvió Higuaín.
No tardó en reaccionar el Benfica. Lo hizo tres minutos más tarde en una jugada muy parecida al tanto que abrió el marcador. Martins volvía a sacar una falta lateral y esta vez era el belga Witsel quien batía de cabeza a Adán (22’). El encuentro volvía a igualarse y el fútbol daba de nuevo la razón a Mourinho. “El partido ante el Benfica será duro. Del centro del campo para arriba tenemos mucha gente, pero para atrás no tenemos a nadie porque están de vacaciones”, comentaba el técnico en la conferencia de prensa previa al choque. Las ocasiones se sucedían y ambos equipos pudieron desequilibrar de nuevo el encuentro antes de llegar al descanso. Cardozo, en boca de gol, tuvo la más clara, pero su remate se marchó alto cuando ya estaba batido Adán (31’). Minutos antes la había tenido Callejón, pero el claro agarrón de Maxi Pereira dentro del área le impidió rematar (24’). El centrocampista blanco, que buscaba el hat-trick, protestó la jugada.
Mourinho apostó tras el descanso por los mismos hombres que salieron de inicio. Y, como ocurriera en el primer acto, fue el Benfica quien desequilibró el marcador. Esta vez con una dosis de fortuna. El centro de Enzo Pérez, que saltó al campo en la reanudación, se envenenó de tal forma que el efecto sorprendió a Adán (53’). Eran los mejores minutos del conjunto local y Witsel lo refrendó con una gran jugada que culminó Martins (58’) para hacer el cuarto. El técnico blanco dio entrada a Benzema y Coentrão, que sustituyeron a Kaká y a Iván (62’). Sonora ovación se llevó el portugués de su antigua afición, que, al igual que el francés, disputaba sus primeros minutos esta pretemporada. Precisamente Benzema pudo llevar aún más emoción a las gradas. Remató en escorzo un centro de Di María, pero su disparo lo atajó Artur en la línea de gol (65’). A cinco minutos para la conclusión, Enzo Pérez anotó su segundo tanto y el quinto de su equipo en un choque en el que los blancos acusaron en el estadio Da Luz su escaso rodaje y la mayor preparación del rival.
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Mourinho apostó tras el descanso por los mismos hombres que salieron de inicio. Y, como ocurriera en el primer acto, fue el Benfica quien desequilibró el marcador. Esta vez con una dosis de fortuna. El centro de Enzo Pérez, que saltó al campo en la reanudación, se envenenó de tal forma que el efecto sorprendió a Adán (53’). Eran los mejores minutos del conjunto local y Witsel lo refrendó con una gran jugada que culminó Martins (58’) para hacer el cuarto. El técnico blanco dio entrada a Benzema y Coentrão, que sustituyeron a Kaká y a Iván (62’). Sonora ovación se llevó el portugués de su antigua afición, que, al igual que el francés, disputaba sus primeros minutos esta pretemporada. Precisamente Benzema pudo llevar aún más emoción a las gradas. Remató en escorzo un centro de Di María, pero su disparo lo atajó Artur en la línea de gol (65’). A cinco minutos para la conclusión, Enzo Pérez anotó su segundo tanto y el quinto de su equipo en un choque en el que los blancos acusaron en el estadio Da Luz su escaso rodaje y la mayor preparación del rival.