El Real Madrid 10 puntos mejor que el Barcelona


El Real Madrid ensayó el alirón ante el Sevilla, y solo tres puntos (ganados por sí mismo o perdidos por el Barcelona) le separan de volver a sentarse en el trono de la Liga BBVA. Tras una primera parte con alternativas y un Sevilla muy respondón, dos goles de Benzema zanjaron el partido.
El Madrid tardó diez minutos en entrar en el partido. Le dio tiempo al equipo de Michel a asustarle, especialmente con una jugada -invalidada antes del remate- que acabó en gol de Fazio. Cuando el Madrid se desperezó, enseñó los dientes de verdad. Tras algunos acercamientos -una internada de Marcelo, la movilidad de Benzema, un pase profundo de Granero-, Benzema encontró a Ronaldo, que sentó a Coke con un soberbio recorte y batió con suficiencia a Javi Varas.
El Sevilla no se arrugó, ni mucho menos. Su buen arranque tuvo continuidad tras el gol. Primero, con un disparo lejano de Jesús Navas que blocó Casillas y en una buena jugada colectiva que mereció mejor remate que un disparo manso de Reyes. Ambos protagonistas repitieron poco antes de la media hora: Reyes lanzó la contra con un gran pase largo al que corrió Navas. Presionado por Arbeloa cuando ya enfilaba a Casillas, el extremo remató alto. Tampoco atinó Negredo solo dos minutos después, de nuevo tras un extraordinario pase de Reyes. Sin defensas entre él y Casillas, optó por la vaselina. Se le marchó alta por muy poco.
A la ráfaga de peligro andaluz le sucedió una nueva oleada madridista, con varias contras de gran peligro. Ronaldo estrelló en el poste un libre directo señalado por juego peligroso de Fazio. El portugués lo intentó incluso de tacón, pero el Madrid no movió el marcador ya hasta la segunda parte. Fue tras una ocasión de Negredo que sacó Casillas. Acto seguido, Di María trató de poner un balón al área y Coke no cayó en que detrás estaba Benzema. El francés repitió solo cuatro minutos más tarde, cuando cabeceó en plancha al segundo palo un centro de Sergio Ramos. Mientras los jugadores del Sevilla reclamaban una falta, el público del Bernabéu empezó a corear el “¡Campeones, campeones!”.