Cristiano no cierra puertas a nada. Se deja querer, empezando por el Real Madrid, pero siguiendo con otros equipos. La incógnita de su futuro no se despejará de manera inmediata, algo que no gusta al madridismo. Esa incertidumbre, que tan del gusto es del portugués, alimenta rumores sobre sus posibles destinos. París, el PSG y Al Khelaifi le esperan con los brazos abiertos, pero es Mánchester y su añorado United el que realmente toca la fibra sensible del luso. Old Trafford es el lugar escogido llegado el momento del adiós al Bernabéu.
Alex Ferguson está convencido del regreso de Ronaldo a los Diablos Rojos. La sonrisa que lucía el pasado lunes al lado de CR7 no era más que el reflejo de lo que en su día le dijo y que acercaba su vuelta al United en el momento en el que no encontrara motivación en el Real Madrid. Así se lo dijo en su momento y así se lo ha recordado. No ha puesto fecha a esa vuelta, pero la situación que actualmente encuentra en el club blanco no es de su agrado. El enfado del pasado domingo no era contra Sergio Ramos y sí contra una filosofía de juego que no le gusta y que, según él, juega en contra de su fútbol y de su capacidad goleadora.
En Mánchester esperan su decisión con ansiedad. Las relaciones entre los dos clubes no atraviesan el mejor momento, pero no hay unas diferencias insalvables. La familia Glazer quiere tener a Ronaldo en Old Trafford. Quieren complacer a Ferguson y saben que el portugués sería el mejor reclamo posible para que la afición se identificara con un proyecto con marcado sabor norteamericano.
Lo único que ha reconocido abiertamente CR7 es que le gustaría terminar jugando en Estados Unidos. Jorge Mendes, su agente, habla de un final como madridista, pero la idea de terminar en la MLS, y más concretamente en Los Ángeles, es algo más que un simple delirio de tarde otoñal. Es algo que sopesa desde hace tiempo y que lo ha comentado en el vestuario blanco, lanzando el cebo para incorporaciones a su proyecto.
Estados Unidos
Jorge Mendes, de la mano y el dinero de Peter Lim, estudia la opción de hacerse con una franquicia en la Liga norteamericana. La primera opción era Miami, pero ahora la posibilidad de Los Ángeles está por delante de la ciudad de Florida.
El Real Madrid sigue expectante ante todo lo que se está diciendo en los últimos días. Antes se remitían a esos 1.000 millones de euros de cláusula y a las dos temporadas más de duración del contrato, pero ahora la historia es otra bien diferente. Por el momento no van a mover un dedo y lo que empezó siendo una carantoña con mensaje el pasado martes, ha terminado siendo un asunto de estado.
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