Vuelve James

BENÍTEZ CUENTA LAS HORAS PARA EL REGRESO DE JAMES

Tendrá un puesto privilegiado en el esquema de Rafa

James Rodríguez celebrando un gol con el Real Madrid

A Benítez le falta una pieza en su engranaje, una de las centrales, que hará moverse a todo el equipo una vez se acople a su puesto. James Rodríguez, al que cada vez le quedan menos vacaciones, acaba de cumplir su primer año como madridista y ya se ha convertido en imprescindible. Tanto, que hasta que no aterrice en China no se verá al Real Madrid que competirá la próxima temporada.

James será la última incorporación blanca, a la espera de algún posible fichaje, la que cerrará el once tipo de Benítez, que desde el momento en el que el colombiano ponga un pie en el césped, limará las asperezas que le queden a su esquema con un futbolista que se antoja capital en su proyecto. Capaz de jugar en varias posiciones, de ofrecer gol cuando haya sequía y de arropar al equipo cuando haga frío en defensa, el zurdo será el transformador que dote de sentido y práctica a las intenciones de Benítez de no tener un esquema cerrado, sino de jugar en cada minuto de partido con el estilo adecuado.

Esa pieza rotatoria y de movimiento perpetuo que asegurará el equilibrio entre el ataque que promete el nuevo entrenador madridista y la defensa que no quiere descuidar bajo ningún concepto. Tanto Benítez como el club blanco saben que James debe ser un estandarte del equipo. El juego desplegado en su primera temporada le hace merecedor de galones a pesar de ser casi un recién llegado. Y sus habilidades y su producción dentro del terreno de juego se corresponden con lo que logra fuera de él. Se ha convertido en una máquina de hacer dinero para el fabricante de la camiseta blanca, que se vende como churros en todos los rincones del mundo, sobre todo en Sudamérica, donde el Real Madrid no tenía una posición dominante.

Su fichaje, aunque por encima del precio que marcaba el mercado, se ha convertido en rentable en pocos meses. Hasta el punto de que en los sitios especializados, su precio de mercado ya ha alcanzado esos 80 millones de euros que pagó el Real Madrid al Mónaco el verano pasado por su traspaso. En la zona noble del Bernabéu no dudaban que la operación era necesaria y que acabaría por ser recordado como un esfuerzo por traer a un gran jugador y no como una losa en su trayectoria en el club blanco.

Mariscal de campo
Todavía no se ha vestido con la ropa de entrenamiento del Real Madrid este verano, pero James no ha descuidado ni un segundo su forma. Quiere estar a tope para su primer encuentro con Benítez y así deslumbrarle desde el minuto uno. Por eso lleva trabajando desde que Colombia cayó eliminada en la Copa América, en privado, sin olvidarse de descansar, algo que prácticamente no pudo hacer la temporada pasada debido al Mundial. El cansancio, aunque no le afectó en demasía durante la temporada, es un tema con el que James no quiere correr ningún riesgo.

Tampoco su entrenador, que le espera ya para iniciar una pretemporada que no pudo realizar en su primer año en el Madrid. Llegó y debutó casi al mismo tiempo, en aquella final de la Supercopa de Europa en Cardiff, en la que ya empezó a demostrar, en su primer día en la oficina, de lo que iba a ser capaz.

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