Una frase manda estos días en las instalaciones del Schalke 04: "Lo del año pasado no se va a volver a repetir". El 1-6 todavía duele en Gelsenkirchen. El siempre orgulloso fútbol alemán sufrió la temporada pasada una de las derrotas más humillantes de la historia de la Champions, lo que ha originado en el equipo minero un ánimo de revancha que ha calado también en la afición. Hace mes y medio que no queda una entrada y el entrenamiento del pasado domingo se llenó de hinchas arengando a sus jugadores de cara a una venganza.
El Schalke traslada el favoritismo al Real Madrid, pero el mensaje del entrenador a sus jugadores ha cambiado radicalmente de un año a otro. La temporada pasada, Jens Keller, anunció en la previa del partido un "de tú a tú" que resultó finalmente un suicidio. "Nosotros no preparamos la eliminatoria haciendo vudú a los jugadores del Madrid, saldremos a por ellos", dijo el extécnico del Schalke. Le metieron seis.
Di Matteo, sin embargo, calla. No ha concedido ninguna entrevista previa al partido y será hoy cuando hable por primera vez del Real Madrid, pero el mensaje que ha lanzado a sus jugadores es radicalmente opuesto. Nada de ir a por el rival como locos. Defensa, intimidación y agresividad son las consignas del nuevo técnico.
Según lo que ha venido ensayando el entrenador italiano durante las últimas semanas, el Madrid se va a enfrentar a una defensa de cinco jugadores y un trivote. Un 5-3-2 que tiene como principal objetivo no dejar correr a la BBC y convertir en un campo de minas el terreno por donde circulen Kroos e Isco, los centrocampistas más creativos del conjunto blanco.
El Schalke ha perdido brillantez respecto a los últimos años, como bien queda reflejado en el número de goles (7) que lleva Huntelaar, su delantero centro, pero ha ganado en organización defensiva. Después del Bayern y Mönchengladbach, es el equipo menos goleado de la Bundesliga.
Un equipo muy duro
El fútbol del Schalke de Di Matteo se basa en la defensa, en las contras y en la agresividad. El equipo de Gelsenkirchen rasca por orden de su entrenador. De ahí que ocupe la posición número 15 de 18 en el ranking de Fair Play de la Bundesliga, siendo además el equipo con más tarjetas rojas (4) y uno de los que más amarillas ha visto: 39.
No parece que ante el Madrid vayan a cambiar sus planes. Lo sabe Kroos, que avisó ayer de la dureza del equipo alemán, y lo reafirmó Sam, delantero del Schalke y una de las balas que se suele guardar Di Matteo para las segundas partes: "Si defendemos de manera compacta, le haremos la vida difícil a cualquier equipo del mundo. Estoy seguro de que si jugamos de esta manera vamos a tener posibilidades ante el Madrid", aseguró, consciente también, que el equipo blanco no llega en su mejor momento.
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