63 jornadas. Casi dos ligas. Varios fichajes. Más de 100
goles. Alrededor de año y medio.. Es el tiempo que tuvo que pasar para que las
cosas se volvieran a acomodar en su lugar. El Madrid vuelve a ser líder de la
Liga y se acomoda en el sitio que por excelencia es suyo, que históricamente le
corresponde, con el que sentimentalmente se identifica.
Y es un regreso muy esperado por miles de millones de Madridistas alrededor del mundo. No sólo porque significa ver a todos hacia abajo, ni por el hecho de que hoy estamos más cerca que nadie de la Liga (falta demasiado), sino que quiere decir que hoy el Madridismo obtiene una fuerza renovada, una energía potenciada, y un aliciente extra. Me explico en las siguientes líneas.
Ésta temporada, como muchas otras, hemos tenido más
contratiempos que pasajes placenteros. Empezando por el cambio en el banquillo,
y lo que pareció más una renovación de plantel que un verano para perfeccionar
una constelación. A partir de ahí, no sólo nos han llovido críticas, sino que
también se tuvo un arranque de campeonato lleno de dudas e incertidumbre.
Las derrotas ante Atleti y Barca provocaron pérdida de fé en
muchos sectores de nuestra afición, críticas, portadas que buscaban perjudicar
más que solucionar, e incluso muchos dieron la Liga por perdida a finales de
Octubre.
A partir de ahí, de la mano de Carlo y con una gran
cooperación del plantel, hemos tenido una resurrección al más puro estilo de
Goku. Empezando por el cambio de sistema, y destacando el compromiso que se ha
notado en la gran mayoría de nuestros vikingos, hemos logrado restablecernos en
una posición que, en los últimos años, no vemos con frecuencia.
Y es aquí donde radica el verdadero éxito de éste plantel.
No sólo se han levantado ante las adversidades del presente año, si no a las
que se acarrean por ciclos pasados. No sólo se enfrentan a los 11 (a veces 14, e incluso más cuando se suma la RFEF)
de cada fin de semana, si no a los otros miles que, desde 2009, creen que el
fútbol está hecho para la posesión y los atracos.
Nuestro equipo está demostrando que se puede luchar y ganar ante
todo: medios, árbitros, rivales, historia reciente, Federación, comisiones, y lo que venga. Lo único
necesario es un remix de convicción, talento, compromiso, y amor por ésta
camiseta y proyecto. Aquí es donde demostramos porque ésta Liga nos pertenece,
y por qué somos el equipo más grande de la historia.
Es normal que de fuera nos lluevan las críticas a nosotros.
Somos el rival a vencer por excelencia, somos el equipo contra el que nadie
quiere luchar, pues saben que tienen menos posibilidades. No se necesita ser un
genio o un gran conocedor para estar al tanto de que una victoria sólo es
grande cuando se deja en el camino al Real Madrid. Es sabiduría popular que, si
Dios creó el cielo, el Madrid creó a las estrellas..
Por esto y mucho más, no somos nosotros los que debemos de
sentirnos maravillados por el hecho de ser primeros. Son ellos los que deben de
sentirse aliviados por estar peleando el segundo puesto.
A nosotros, queridos Madridistas, nos toca sentirnos fortalecidos
y nuevamente familiarizados con ésta vuelta a la cima. Volvamos a tomarle
cariño, volvamos a sentirnos dueños de nuestro lugar. Volvamos a ser dueños de
cada trofeo en disputa. Y, sobre todo, tengamos en cuenta que aún no hemos visto
el tope de nuestro equipo.
No es una cuestión de
valors, posesión, o cholismo. Es una cuestión de Madridismo.
Bendita locura es ser del Real Madrid, no?
@HalaDecima
Vivimos por ti, vence por nosotros.
Pd; Éste rostro nos señala el camino. Nunca lo olviden..
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