Florentino: "Özil no fue profesional, tenia una vida nocturna perjudicial para su carrera"
Son reuniones en las que se obtiene mucha información. Florentino Pérez dialoga con los socios sin cámaras de televisión, sin grabación de sus manifestaciones, y sus palabras son distendidas. Habla claro. Es lo que hará los días 18 y 19 de septiembre. Se reunirá con los dueños del club y les explicará las cuentas, los ingresos récord de 520,9 millones y los traspasos de Ozil e Higuaín.
El presidente del Real Madrid va a exponer a los socios que la marcha de Mesut tiene unos ingredientes insoportables para un club. El alemán fue fichado en 2010, con la llegada de Mourinho. Musulmán, no comía jamón y mantenía la disciplina de su religión. Tenía 22 años. Y en la capital de España se transformó mental y culturalmente. Creció como persona, no sabemos si para bien o para mal.
Mesut se abrió al mundo. Y se obsesionó con las mujeres, un mundo que antes le era extraño, lejano, cuando se formaba para llegar a ser un buen futbolista. Rico, jugador del Madrid, conocido, el alemán de origen turco llevó una vida nocturna que no era aconsejable. Su crisis no solo duró un año, como se ha dicho. Continuaba saliendo de noche para ir con sus amantes.
Ya no era cuestión de mujeres, sino de nocturnidad, de horas sin dormir. Para el Real Madrid «no era un buen profesional». Seguía fallando en este capítulo. Y no rendía lo que podía. El comportamiento de su padre, Mustafá, como representante, colmó la paciencia blanca.
Mustafá se levantó en junio de la mesa de negociación para renovar el contrato de su hijo. El alemán tenía acuerdo firmado hasta 2015 y la entidad le concedía un nuevo convenio hasta 2018, con una ficha de 6,5 millones de euros. El papá del hijo se fue con el enfado en su rostro. Pidió 8,5 millones anuales netos. Y colocó a Ozil en el mercado de Inglaterra, Francia y Alemania. Acudía a los periodistas para expresar que Mesut estaba en el mercado.
La falta de profesionalidad del jugador y la actitud de su apoderado provocaron que el Real Madrid aceptara el día 31 de agosto una propuesta firme del Arsenal por 50 millones. Estaban hartos de Mustafá, que decía que su hijo era el mejor pasador del mundo, sin atender a las críticas por las acciones de Mesut en su vida privada.
Al final, Ozil piensa que puede haberse equivocado, influido por la ofuscación de su padre. Es tarde.
El caso de Higuaín es también muy claro. El club le renovó su contrato en 2013 y le subió la ficha de 1,8 millones a 3,5. Comenzada la temporada 13-14, papá Higuaín, Jorge, acudió al Bernabéu a pedir más dinero. Cinco millones netos. Decía que se los ofrecían en la Premier. Pero al club no le llegaban ofertas buenas por el delantero. El Madrid había ganado la Liga y la afición le pidió al argentino que se quedara. Lo hizo.
Un año más tarde, Jorge Higuaín volvió a la carga. Vendió propuestas de Inglaterra que nunca cuajaron. Pero tenía decidido que su hijo se marchaba. Y se fue al Nápoles. El club también estaba cansado de tantos «lloros» económicos del padre y el hijo. Y cobró 40 millones. Tanto el argentino como el alemán sabrán lo que han hecho.
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