La Liga antes que la Supercopa para el Madrid

Cambio de planes. Si la pasada temporada Mourinho puso todo su empeño en llegar a tope a la Supercopa, este año el duelo con el Barça para disputarse el primer título de la temporada pasa a un segundo plano. La prioridad es la Liga. El técnico no está dispuesto a hipotecar la temporada por el título menos importante de los cuatro que disputará el Real Madrid.
Este verano la Supercopa tiene trampa. Incrustada como está entre tres jornadas de Liga, centrar toda la atención en ella puede ser muy peligroso. Y más con lo caro que está el campeonato doméstico. Cualquier pinchazo puede ser decisivo en una Liga que el año pasado exigió al Madrid llegar a 100 puntos.
Mou no va a regalar la Supercopa, eso es evidente, pero no va a descuidar las tres jornadas que hay por medio porque sabe que una mala racha de resultados en Liga te puede condicionar para el resto de la temporada.
El año pasado la pretemporada del Madrid giró en torno a la Supercopa. Mou preparó a conciencia el primer título de la temporada. Entre otras cosas, porque el equipo necesitaba un golpe de autoridad ante el Barça. Ese espaldarazo anímico tras perder Liga y Champions. Ahora, tras ganarle la Liga, el Madrid ya no necesita demostrar que puede ganar a su gran rival. Ya lo ha hecho con la Copa y, sobre todo, con la última Liga.
La preparación, clave
Además, la preparación de la pasada temporada pensando en llegar lo mejor posible a la Supercopa condicionó mucho el rendimiento del equipo. Estar a tope a mediados de agosto se paga y a muchos jugadores blancos la temporada se les hizo muy larga. También el año pasado fue un verano libre de competición para casi toda la plantilla blanca y se les podía forzar. Ahora no, hay que recuperarles y planificar bien la preparación de la campaña.
Mou sabe que la Liga exige un nivel de concentración altísimo, que es una competición que no perdona ningún despiste y esa fue la fórmula del éxito la pasada temporada. El equipo apenas concedió fallos y logró el objetivo ante un Barça que casi siempre fue a remolque.
Así, la exigencia va a ser otra: llegar a tope al arranque de la Liga. Si el año pasado la preparación veraniega giró alrededor de la Supercopa, en esta ocasión Mou dejará aparcado el título y no presionará a sus jugadores con la exigencia de tener que ganarlo. Irá a por él, pero sin la obsesión de la pasada campaña. La Liga antes que la Supercopa. Lo tiene clarísimo.
Además, la disputa de los compromisos de las selecciones nacionales la misma semana en la que arranca la Liga no hace más que complicar más la situación. Los internacionales llegarán con el tiempo justo para preparar la primera jornada.
En el caso del Real Madrid, el calendario tampoco ha ayudado, ya que para complicar un poco más las cosas, el rival será el Valencia. Con este panorama, no es descabellado que Mourinho se plantee introducir rotaciones para la Supercopa de España pensando en no pinchar en la Liga y en que la temporada es muy larga como para quemar a sus titularísimos a las primeras de cambio.