El conjunto blanco tuvo un vuelo de más de 12 horas de duración en el que Mourinho estuvo muy pendiente de sus jugadores.
Desde que el avión partió de la capital de España hasta que los jugadores blancos pisaron el aeropuerto de Los Ángeles (LAX), el Real Madrid tuvo un vuelo de más de 12 horas de duración, marcado por un ambiente de relajación. José Mourinho estuvo muy pendiente de todos los jugadores, habló animadamente con algunos de ellos en más de una ocasión e incluso llegó a gastarles alguna broma.
El vuelo con la expedición madridista partió de Barajas poco después de las 12:30 h (hora peninsular) y atravesó Santiago de Compostela, Groenlandia y la península canadiense de Labrador. Los futbolistas blancos aprovecharon el viaje para descansar, ver películas, jugar a las cartas, escuchar música o dedicarse a la lectura.