Florentino Pérez no acudió ayer a su habitual cita con el Castilla de Zidane. Los que no habían reparado en que era el día de su cumpleaños, interpretaron la ausencia del mandatario blanco en el palco del Di Stéfano como un producto del malestar que le había generado la derrota del Madrid el sábado en Bilbao y la pérdida del liderato.No iban del todo desencaminados. Es cierto que el enfado de Florentino es mayúsculo tras el segundo pinchazo consecutivo del equipo, pero eso no provocó que no fuese a ver al filial. Se ausentó por el simple motivo de estar con la familia el día de su cumpleaños.
Una celebración agridulce tras lo acontecido en Bilbao el día anterior. Los jugadores habían prometido al presidente blanco una reacción de la que no hubo ni rastro en el nuevo San Mamés. El equipo ha dejado escapar cinco puntos de una forma totalmente inesperada y el malestar en la zona noble del Bernabéu es evidente.
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