Ronaldo viajó a Georgia para inaugurar una escuela de fútbol junto al mítico jugador del Milan, Kaladze -vicepresidente del mismo país- y Shevchenko -miembro de un partido político ucraniano-. El extremo del Real Madrid pudo ver con sus propios ojos cómo sus ex compañeros han evolucionado desde el césped hasta los despachos.Y es que en la residencia de Milanello parece ser común la charla política. Sin parecer ser un tema propio de un vestuario, ya han sido varios jugadores del AC Milan que han demostrado que el estereotipo del futbolista no es el que los focos dan a entender. Cuatro casos en particular han dejado claro que hay más compromiso de lo esperado y que no es nada extraño cambiar las botas de fútbol por los zapatos y el traje de un político.
Kaladze, compromiso georgiano
Kakha Kaladze fue nombrado vicepresidente del Gobierno en Georgia en octubre del pasado año. El que fue defensor del Milan entre 2001 y 2010 decidió declinar la idea de seguir ligado a los terrenos de juego para seguir de cerca los progresos de su país. Tras 75 internacionalidades con la selección y ser nombrado cinco veces "jugador georgiano del año", su llegada a la vicepresidencia a través de su coalición, Sueño Georgiano, no fue un cambio tan drástico. Un hijo predilecto para su nación.
Goles en la Eurocopa y política en Ucrania
Andrey Shevchenko decidió dejar de anotar goles en la pasada Eurocopa de Ucrania y Polonia para inmiscuirse en el plano político, aprovechando el tirón que generó su actuación en el torneo europeo. "Mi futuro dejará de estar vinculado al fútbol, estará ligado con la política, espero vuestro apoyo", aseguró en la página web del Dinamo de Kiev. Con un palmarés y unos datos envidiables, decidió unirse a un nuevo partido ucraniano conocido como "Ukraine Forward!", que rompió un acuerdo con la oposición de la encarcelada ex primera ministra Yulia Tymoshenko. Algunos prefieren que siga marcando goles.
La insistencia de Weah
La capacidad anotadora de George Weah lo llevó a ser Balón de Oro en 1995 en su etapa en el Milan. Berlusconi quiso contratarle para que siguiese demostrando su empecinamiento de cara al gol en el equipo rossonero hasta el fin de siglo, como así hizo en el PSG o Mónaco. Esa misma insistencia también quedó reflejada en su nueva pasión, la política. El ex jugador no se rindió en su primera candidatura a la presidencia en 2005 en su país natal, Liberia, siendo en 2007 elegido como vicepresidente al cargo de Winston Tubman. Además, ha sido un claro defensor de los derechos de los jugadores africanos. Un ejemplo en todos sus oficios.
Una estrella pionera
En la década de los 60, fue otro Balón de Oro quien abogó por este tránsito tan poco común. Gianni Rivera, estrella rossonera en el Milan de Nereo Rocco, no sólo evidenció su calidad con el galardón individual de 1969. Acostumbrado a los altos cargos tras haber sido vicepresidente de la escuadra de su vida hasta mediados de los 80, vio conveniente dar el salto a la política ejerciendo como diputado en el Gobierno de izquierdas de Romano Prodi. Su talento balompédico con el Milan y la Nazionale fueron más valorados que sus pinitos en política.
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