James se apunta al intento de remontada en Vigo. El crack blanco está dispuesto a arriesgar para estar el miércoles a las órdenes de Zidane en el compromiso copero frente al Celta. Consciente de la delicada situación por la que atraviesa el equipo, golpeado por las bajas y ante un reto tan complicado como levantar el 1-2 de la ida en el Bernabéu, el colombiano quiere dar la cara a pesar de no estar totalmente recuperado de las molestias físicas que arrastra.
A falta de que se confirme o no su presencia el miércoles en Balaídos, Zidane valora mucho el gesto del jugador de pensar más en las necesidades del equipo que en lo que le podría suponer una recaída de los problemas en el sóleo que sufre. Un paso más de James en busca de normalizar su situación en el Real Madrid. Primero lo hizo sobre el campo, dando un recital de fútbol y goles ante el Sevilla en el primer partido del año, y ahora lo demuestra con la voluntad de precipitar su vuelta para dar soluciones a Zidane ante el desolador panorama que le dejan las lesiones.
La idea con James era que hoy se reincorporase al trabajo con el equipo, tal y como desveló Zidane el pasado viernes, y cumplir con un plan de trabajo de 10 días antes de estar disponible para jugar. Eso significa que no estaba clara su presencia en la lista para el duelo liguero ante la Real del próximo domingo. Estar ante el Celta supone dejar dicho plan a la mitad y asumir riesgos, algo que a Zidane no le gusta. Pero tampoco el técnico había estado en una situación tan ajustada de efectivos, con lo que esa política de riesgo cero con los tocados llevada a rajatabla hasta el momento podría ser una excepción con el colombiano.
James se lesionó tras jugar el 7 de enero ante el Granada. Su vuelta sería un plus para ZZ, que contaría con un jugador con ganas de volver a ser importante.
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