Isco no ha necesitado más que medio tiempo para dejar una idea bastante clara del papel que puede desempeñar en el nuevo Madrid. Si bien es cierto que el rival, el Bournemouth de la Segunda división inglesa, no da para sacar muchas conclusiones, no deja de ser significativo el protagonismo del malagueño con respecto a otros compañeros que juegan en su misma zona.
EL DATO 36 pases buenos y sólo seis malos dio el malagueño en el primer amistoso
Isco fue al final el socio de todos, no sólo de Cristiano, a quien buscó cuando se acercaba al área, sino que Carlo le dio libertad para buscar la pelota en otras zonas del campo.
Al final, la mayoría de sus compañeros encontraban en Isco una alternativa o una solución. En el primer tiempo bajó hasta su campo para asociarse con los centrales o Khedira para salir con más claridad desde atrás. En campo contrario, se metió también por el centro para ser una ayuda para Modric y echó una mano a Özil también por la derecha. El alemán perdió efectividad al arrancar desde una banda, pero ya con Mourinho se ha visto desplazado en algunos partidos. Y todo esto sin olvidar que Isco se posicionó a la izquierda en esa línea de tres junto a Modric y Khedira y desde allí también buscó la jugada individual o la pared con Coentrao.
Los elogios Entre los medios hay unanimidad a la hora de destacar el partido de Isco. El malagueño no se esconde y no le quema la pelota. El Madrid se ha llevado una de las perlas del mercado. Lo reconocía este lunes el propio Jürgen Klopp en una entevista a Kicker, entrenador del Borussia de Dortmund que ha deslumbrado esta última temporada con su juego: "Queríamos a Isco, pero sabíamos que no teníamos casi posibilidades de conseguirlo".
El genio acabó en Madrid y Carlo está encantado.