Uno di Noi

Desde que se hiciera oficial su vuelta a casa, el 25 de enero del 2013, Diego López Rodríguez no ha hecho más que recordarnos como se debe de comportar un profesional y un verdadero enamorado de nuestro club, tanto dentro como fuera del terreno de juego.

Volvió a casa gracias al entonces técnico del Real Madrid, José Mourinho, y desde entonces ha tenido actuaciones más que memorables. Sus partidos ante Barcelona, Manchester United, Borussia Dortmund, y cada uno de sus partidos de Liga, son evidencia del excelente nivel del nacido en Paradela.

Atajadas inolvidables como aquellas a Van Persie y Gundogan, que nos hicieron mantener vivo el sueño de la Décima por más tiempo del que merecimos, y las incontables intervenciones en Liga que nos ayudan a salvar el liderato a tres puntos del Atleti y cuatro del Barca, han sido su gran aporte a un equipo que nunca se ha sentido inseguro mientras él ocupa los tres postes.

Pero Diego no merece que hablemos sólo de sus méritos deportivos. Lamentablemente, su historia en el Madrid no trata sólo de ellos. Desde el anuncio de su llegada, una interminable ola de críticas, información mal enfocada, portadas con favoritismos, y campañas a más no poder, han rodeado la prensa deportiva e incluso las redes sociales. Y la gran mayoría busca hacer menos a Diego.

Cómo considerarlo justo, cuando el arquero es el primero en festejar un gol de sus compañeros? Cómo aguantarlo, cuando sabemos que es tan Madridista como el que más? Cómo darle la vuelta, cuando la prensa siempre gana adeptos a favor del yerno de España y de ese que “nos ha dado tanto”? Porqué seguir con esto, si él es el primero en estar en todos los entrenamientos voluntarios y apoyar a sus compañeros?

Todas las respuestas, las encontramos en su misma conducta: siendo profesional, trabajando, y poniendo al Madrid encima de cualquier cosa en todo momento. Es el tipo de actitud que no gusta a muchos, pues creen que es más importante que el jugador de una entrevista, vaya a una comida, o tenga amigos en la prensa, que el mismo hecho de entrenar y hacer su trabajo.


Ayer, en El Larguero, se enfrentó a algunos de sus más grandes críticos. Los primeros minutos de la entrevista son vomitivos, pero Diego los resolvió con elegancia, educación y honestidad. Esa sinceridad que tanto el Madridismo como el mundo viene echando en falta. En cada una de sus palabras, se notó el amor por el escudo y su manera de vivir tanta adversidad. Quedamos orgullosos de ti, y de tu manera de representarnos.

Sin duda, Diego López representa una manera distinta de ver el Mourinhismo. Vive la meritocracia, siempre está en máxima tensión competitiva, da todo por su camiseta (aunque ello conlleve salir con la cara partida), pero lo hace en silencio. Sin acaparar focos. Sin buscar llamar la atención. Y lo más triste es que puede que ese sea su gran pecado..

He leído a muchos pro-Casillas en los últimos meses. He encontrado una similitud clave: todos hablan de lo que Iker fue, de respeto a su figura, a lo que ha dado al Madrid y a su selección. Pero ninguno habla de lo que es hoy en día, y mucho menos en comparación de Diego López. Por dentro, saben que es un jugador al que no pueden tocar directamente. Su nivel deportivo es un nivel que no veíamos en la portería del Madrid desde la Final de la Copa del Rey del 2011. Y yo creo que casi dos años dando ventajas en la portería, son demasiados para el mejor club del mundo.

Por eso creo que la llegada del canterano no debe ser vista como una falta de respeto a Iker, sino como su última llamada para buscar recuperar el nivel que lo llevó a lo más alto. Además, el Madrisimo estaba empezando a acostumbrarse a ver frialdad donde no debe haberla, e incluso un nivel menor al exigido. Ahora, las cosas son diferentes..

Pocas cosas me dolerían más que no ver al número 25 levantar un trofeo que haya ganado en el campo. Lo tiene merecido desde el año pasado, y por cuestiones que ya todos sabemos, no se pudo lograr el objetivo. Pero éste año, tenemos la Liga a tiro. No sólo por la ventaja, sino por la oportunidad de oro que tenemos el domingo de dar un tiro casi mortal a uno de los dos rivales directos.

Hoy en día, Diego López no es sólo el portero titular del Real Madrid, sino que es un seguro para todos nosotros. Es una fuente de confianza. Y, además, es un representante. Es Uno di Noi.


Bendita locura es ser del Real Madrid, no?

@HalaDecima

Vivimos por ti, vence por nosotros.

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