Si hay alguien especial e imprescindible en el Real Madrid, ese es Cristiano Ronaldo. En los momentos bajos, en los picos de forma, con bronca en el vestuario o en la grada, el portugués siempre ha sido la cabeza visible, el clavo al que se ha agarrado el equipo para seguir adelante. Para seguir vivo.
El rendimiento de Cristiano es más que extraordinario, es extraterrestre. El delantero luso ha marcado 53 goles en 52 partidos esta temporada, unos números imposibles para cualquier humano que no sean Ronaldo o Messi.
Hay poco que contar que no se haya dicho ya de Cristiano. Sólo hay que leer sus datos. Ha marcado en Camp Nou, Amsterdam Arena, Westfalenstadion, Mestalla, Old Trafford, Turk Telekom y San Mamés. En octavos, cuartos y semifinales de Champions, dondeha hecho 12 goles y es el máximo favorito para terminar como máximo goleador de la competición.
Más datos. Con sus dos tantos ante el Valladolid, alcanzó los 200 goles con el Real Madrid. En 196 partidos. Una auténtica barbaridad. 146 en Liga, 35 en Champions, 16 en Copa y 3 en Supercopa. Sólo queda preguntarse cuántos años pasarán hasta que en el barrio de Chamartín se vea un futbolista similar a Cristiano Ronaldo. Muchos, seguro.
Desde que llegó al Madrid, ha hecho 37 dobletes, 18 hat-tricks y en otros dos partidos ha marcado cuatro goles. Y por habitual ya parece normal que Cristiano salve los partidos del equipo blanco marcando un par de goles.
Pero no es normal, por eso es especial. Por eso dijo que piensa en él y en el club, porque si hay alguien en torno al cual debe girar el futuro del equipo ese es Cristiano.
Su mentalidad ganadora no conoce límites. Siempre compite, siempre da el máximo. Y así ha llegado a 200 goles. Y meterá los que él quiera.
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